sábado, 22 de abril de 2017

CHAVIN



  • Centro de culto

    Es significativo que siglos después, eCusco, centro del Incario, fuera elevado también en un tinco o confluencia de dos riachuelos de escasa productividad, lo cual abona a favor de la teoría de que Chavín haya tenido similar origen.Se cree que Chavín fue levantado en un lugar cuidadosamente elegido en atención a criterios mágico-religiosos y no en consideración a que fuera un lugar privilegiado por sus suelos, debido a que existen valles cercanos más productivos, aún considerando el aprovechamiento de sus laderas de secano cultivadas mediante terrazas.


  • Función


    Chavín de Huántar debió convertirse en un prestigioso centro de administración de la producción respaldado en el culto, mediante ceremonias y mandatos expresados mediante oráculos.

    La dirección administrativa era muy importante, a fin de adecuar la producción de los alimentos al ritmo del aumento de la población fija y flotante, utilizando para el efecto el uso de métodos agrícolas, respaldado en un ampuloso ritual y en el culto a los poderes sobrenaturales que controlaban la producción, especialmente al Dios del Agua del que dependían las lluvias benefactoras como de las catastróficas sequías que destruían los sembríos.

    Los habitantes de Chavín fueron unos pocos sacerdotes y sus auxiliares de servicio, mientras que la mayor parte de sus usuarios eran una suerte de peregrinos que llegaban al lugar en busca de "oráculos", portando ofrendas de diverso tipo, pudiendo permanecer por largos períodos.

  • Organización político-social

    Había cuatro tipos de pobladores: los sacerdotes de Chavín, los peregrinos de diversas partes, con rango de sacerdotes, los artesanos o especialistas y la gente común. La diferencia entre el hombre y la mujer parece significativa, aun cuando el papel que el sexo femenino jugaba en la liturgia era muy importante; eso podría llegar hasta el punto de que pudiera haber sacerdotisas. De hecho, casi todos los personajes sagrados que conocemos presentan una versión femenina junto a la masculina.
    Los sacerdotes estaban a cargo del templo, que era su centro de trabajo. Allí estaban las instalaciones y personas dedicadas a la producción de los calendarios, de donde se deriva su condición de "oráculos", que es el servicio que ellos ofrecían —la predicción de los ciclos climáticos estacionales anuales—.
    Los sacerdotes eran observadores del cielo y gracias a eso podían registrar con gran precisión los desplazamientos del Sol tanto en el oriente como en el poniente, las fases de la Luna y el movimiento de las estrellas. Con eso obtenían períodos fijos en el tiempo, a los que podían asociar los ciclos estacionales, que no son fijos. Los períodos de sequía o de intensas lluvias, si bien tienen un ritmo anual previsible, que se establece a partir del solsticio de verano —fines de diciembre—, son azarosos en su inicio e intensidad. El saber con anticipación las características de cada ciclo de lluvias es una tarea —que requiere especialización— que es, sin duda, fundamental para conducir las campañas agrícolas cada año. Para eso, hay que combinar el calendario solar-estelar con otros indicadores del tiempo, tales como los de las costumbres de los animales. Esa era la tarea especializada —y según parece exitosa— de los sacerdotes de Chavín.
    Por todo esto, el estatus de sacerdote era muy alto en la sociedad chavín. Se expresa en el conjunto de atributos que se le conceden y que se expresan físicamente en vestidos muy elegantes y costosos, y adornos hechos con plumas, piedras exóticas, oro y joyas.
    Los miembros de la élite se distinguían por el uso de coronas, orejeras, narigueras y collares, elementos que representaban la categoría de quien los utilizaba, encargados del culto "felínico". Este culto era visual, el dios felino, probablemente un jaguar, estaba representado en imágenes aterradoras, que reflejaban creencias complejas, y vinculaban a los hombres con los animales, y a los miembros de los distintos grupos entre sí.
    Poseían una sociedad jerárquica piramidal:
    • A la cabeza estaban los sacerdotes-dirigentes, quienes cumplían funciones religiosas y a la vez, gobernaban al pueblo.
    • Luego se encontraban los especialistas, que eran artesanos en piedra y gredametalurgiatextilería e ingenieros hidráulicos, que perfeccionaban las técnicas de regadío para aumentar la producción de papasmaízfrijolesajíes, etc. Estos especialistas eran mantenidos por el Estado.
    • Finalmente se encontraban los campesinos, que trabajaban la tierra utilizando las técnicas ideadas por los ingenieros.
  • Divinidad



    Los antiguos chavinos representaron a sus dioses en grandes monolitos. Los más conocidos son el lanzón monolítico, la Estela Raimondi y el Obelisco Tello.6 Cada uno de ellos es un menhir, que en la cultura andina tiene trascendencia espiritual y sirve para el control social político de la población, amenazada por elementos de la naturaleza y escasez de alimentos. En quechua significa piedra de poder y tienen un carácter eminentemente sagrado. Según una interpretación, el monolito chavín reúne los tres elementos de la trilogía cosmogónica de Chavínáguilaserpiente y felino (aireagua y tierra) es decir, deidades represivas que sirven como centinelas y ahuyentan el mal. Así, aire, agua y tierra confirman una armonía permanente con el Cosmos que se trasluce en todo el legado de Chavín.
    El menhir más conocido es el emblemático Lanzón monolítico de unos cinco metros de altura. Es una figura antropomorfa con una cabeza tres veces más grande que su cuerpo, de la que brotan serpientes a manera de cabellera. Luce encima una especie de tiara. El resto del cuerpo es corto y grueso. Además, está provisto de enormes colmillos, garras en manos y pies, así como grandes orejeras. Tiene su mano izquierda hacia abajo y la derecha en alto con los dedos extendidos. Tradicionalmente, a esta imagen se le ha identificado como un dios felino (jaguar). Por su ubicación, al interior de las galerías subterráneas del templo, representaría una divinidad relacionada con el Uku Pacha (mundo subterráneo).
    Comparando con otras iconografías contemporáneas y posteriores, Federico Kauffman Doig sostiene que la divinidad representada en los monolitos de Chavín es básicamente un ser híbrido: mitad hombre con boca atigrada y mitad ave de rapiña, al cual ha denominado piscoruna-pumapasim (quechua: hombre-ave con boca atigrada). Esta deidad estaría relacionada con el culto al agua y la fertilidad, de tanta importancia en las civilizaciones agrícolas del Perú antiguo.
    Un gran enigma son los innumerables acueductos y caídas de agua que existían en el lugar, creando mediante un sistema de compuertas, un efecto acústico que se asemejaba al rugido de un felino. Petro-León sostenía que se trataba de un mecanismo de generación acústica similar al mantra, con la finalidad de inducir diferentes estados de la mente, tal vez estimulados con la ingestión de la decocción del cactus San Pedro (Trichocereus Pachanoi) que contiene mescalina (Feniletilamina = C8H11N), muy abundante en la zona. Se han encontrado restos de mullu Spondylus y en la iconografía aparece el cactus San Pedro (huachuma) y las semillas de la planta willka (huillca7 ) 
  • Arte

    Chavín tiene un arte recargado, no deja espacios libres y las representaciones son severas, rígidas, simbólicas y sobrecogedoras en su expresión. Las piedras de sus monumentos son diseñadas en relieve o grabadas.
    La vajilla doméstica y otros recursos de consumo, no diferían de los que se usaban en los templos para fines rituales, con excepción de algunas piezas selectas.
  • Arquitectura

    Sólo una parte de su arquitectura se ha preservado debido a su monumentalidad. El centro ceremonial tenía como núcleo este sector monumental. Las estructuras han sido construidas enteramente en piedra, muchas de ellas granito blanco (granodiorita) cuyas canteras se encuentran en la vecindad del túnel de Kawish, a más de 30 km de distancia.
    Los templos tienen una serie de plataformas con un fuerte talud en sus muros, con un perfil piramidal (5,3° de inclinación). Fueron construidos por etapas, según lo ha determinado el arqueólogo John Rowe.
    • El Templo Viejo era el templo más antiguo, que tiene forma de “U”. En su interior hay una extensa red de pasajes y cámaras interiores íntegramente construidas en piedra. En medio de la penumbra que reina en esos ambientes, hay inusitados haces de luz que irrumpen por los estratégicos ductos que comunican con el mundo exterior. Resulta posible escuchar nítidamente la voz de una persona a muchos metros de distancia como si estuviera a nuestro costado. En uno de esos pasajes interiores se aloja todavía el famoso ídolo de piedra conocido como "el Lanzón". Como todo templo en “U”, constaba de dos alas laterales: su ala sur se fundió luego en el llamado “Castillo” y su ala norte es lo que actualmente se conoce como la Estructura Norte. Flanqueadas por estas alas se halla una Plaza Circular (cuyo diámetro es de 20,8 m). Una escalinata de piedra parte de la base de esta plaza circular y asciende hasta las proximidades de la entrada a la galería del Lanzón.
    • El Castillo o Templo Nuevo, es una pirámide mayor (71,0 m x 71,0 m), la más prominente del conjunto, no solo por su tamaño sino por su buen estado de conservación así como la maestría desplegada en su elaboración. Cuenta con dos brazos o alas laterales llamadas Plataforma Norte y Plataforma Sur, que flanquean una Plaza Cuadrangular (50,2 m x 50,2 m). Se cree que en esta plaza se exhibía la Estela Raimondi, que sería así la principal wanca o piedra sagrada de esta etapa. Volviendo al edificio principal, éste tiene un pórtico principal llamado el Pórtico de las Falcónidas, con grabados en las piedras y es precedido por un atrio y un conjunto de escalinatas que ascienden desde la plaza cuadrada, donde también hay litoesculturas únicas ejerciendo las funciones de dinteles, columnas o lápidas con grabados de personajes del estilo chavín. El Castillo contiene también galerías subterráneas y ductos de ventilación. Empotrados en lo alto de sus muros perimétricos (lados sur, este y oeste) se hallaban una serie de cabezas clavas o esculturas de piedra, con rostros de personajes mitológicos. Solo una de ellas se mantiene en su lugar (pared oeste).
    Existe otra estructura piramidal trunca, la llamada Pirámide Tello, que se considera la construcción más tardía del conjunto.
    Casi la totalidad de sus edificios y anexos fueron laboriosamente construidos con columnascornisasdinteleslápidasobeliscos y esculturas que se agregaban a los muros o plazas, convirtiendo los espacios ceremoniales en un hermoso escenario, adornado con las imágenes de los dioses y demonios que poblaban el panteón chavín. Sus materiales están constituidos por piedras de diversos colores, procedentes de distintos lugares de los Andes peruanos.
  • Escultura


    Cabeza clava en su ubicación original.
    El arte escultórico viene a ser un complemento de la arquitectura chavín. Está representado por monolitos, cabezas clavas, estelas o lápidas, obeliscos, cornisas; todas con figuras grabadas en alto y bajorrelieve que representan a seres mitológicos.
    • Los monolitos son enormes esculturas de una sola pieza. El exponente máximo de este tipo es el lanzón monolítico, esculpido en granito irregular, de 4,53 m de alto, y que se encuentra en la intersección de los corredores subterráneos del Templo Viejo de Chavín. Presenta la forma de cuchillo, cuyo borde cortante, correspondiente a la cara del ídolo, mira al este. Muestra a un dios antropomorfo, cuya enorme cabeza felínica, con cabellera formada por serpientes ocupa la tercera parte del volumen de la escultura. Muestra una boca con agudos colmillos y la mirada fiera; su cuerpo es corto y grueso, y las extremidades pequeñas con la mano izquierda hacia abajo y la derecha en alto, con los dedos extendidos.
    • Las estelas, llamadas también lápidas, son también esculturas líticas de una sola pieza, pero de forma plana. La más conocida es la Estela de Raimondi, llamada así en honor del sabio italiano que lo descubrió en 1872. Mide 1,95 m de longitud, 0,74 m de ancho y 0,17 m de espesor. Se distingue por su complicado dibujo y su fino tallado, representando a un dios antropomorfo, con facciones, garras y colmillos de felino, que empuña en sus manos dos báculos o cetros.
    • Las cornisas son esculturas más pequeñas que las anteriores, y que posiblemente formaban parte de las lápidas. Un ejemplo es el llamado “Cóndor de Chavín”, que fue hallado incompleto por Tello. Está trabajado en granito y presenta forma irregular. Mide 0.80 m por 0.45 m. Representa la figura de un ave mitológica casi realista, que en principio se reconoció un cóndor, aunque también puede ser un águila o halcón.
    • Los obeliscos son esculturas en forma de prisma. El más representativo de ellos es el Obelisco Tello. Mide 2,52 m de alto, y 0,32 de ancho en la base. Se halla esculpido en alto, bajo y planorrelieves, representando a dos deidades míticas, o en todo caso, un dios doble hermafrodita (masculino y femenino). Se ven también divinidades secundarias y diversos alimentos (yuca, calabaza, achira) diestramente representados.
    • Las cabezas clavas son una serie de esculturas hechas en bulto y que representan cabezas de felinos, serpientes y aves, combinadas con rasgos humanos. Deben esa denominación de clavas al hecho que terminan en una prolongación, a modo de clavo, que permitía empotrarlos fácilmente, a distancias simétricas, en la fachada del Templo o Castillo de Chavín. Una teoría considera que se trataban de los guardianes del Templo. Estaban trabajadas en roca arenisca, de diferente consistencia, cuarcita y granito. Desgraciadamente, de las 56 que en total eran, sólo una se mantiene in situ. Las otras han desaparecido o se conservan en los museos.

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